Breve historia ideológica de ETA (5): ETA Berri, la ETA marxista-leninista

Parte 1:

Breve historia ideológica de ETA (1): orígenes y vinculaciones con el PNV.

Parte 2:

Breve historia ideológica de ETA (2): Federico Krutwig y la estructura ideológica de ETA

Parte 3:

Breve historia ideológica de ETA (3): La adaptación al tercermundismo y del antiimperialismo

Parte 4:

Breve historia ideológica de ETA (4): avanzando hacia el marxismo

ETA Berri: la ETA marxista-leninista

En diciembre de 1966, en la casa parroquial de Gaztelu (Guipúzcoa), se reúne la V Asamblea de ETA que deberá interrumpirse hasta marzo de 1967. La primera fase de la Asamblea está centrada en el tema de la expulsión de la Oficina Política. Once miembros deciden abandonar ahí mismo la organización, aunque por motivos de seguridad los retienen a punta de pistola en un cuarto hasta que no concluye la Asamblea. Los cuatro expulsados de la Oficina Política, cuya expulsión les es notificada una semana antes de la convocatoria se reagruparán, con los descontentos de la V Asamblea, para formar ETA-Berri (nueva). A la ETA etnicista y culturalista y antiobrerista la denominarán ETA-Bai, acusándola de pequeñoburguesa y clasista; de aceptar un falso socialismo “humanista” que se opone al “socialismo científico” y de preferir la ideología de Sabino Arana, antes que el análisis marxista.

komunistakEsa nueva ETA editará un boletín interno llamado Komunistak, que en su número 2, proclama: “hemos de decir que los comunistas no partimos de una concepción nacionalista del mundo y que entendemos que la asimilación de las nacionalidades y la disolución de las peculiaridades nacionales son fenómenos que forman parte de un amplio proceso de unificación económica, política y cultural de la humanidad, de signo claramente progresista en tanto que ha de significar numerosas ventajas para toda la población del mundo. No dudamos que este proceso culminará en una integración mundial completa, que en el plano lingüístico solo se realizará avanzada ya la fase comunista de la historia humana. Hemos dicho que no estamos, en principio, en contra de la asimilación de los rasgos de una nacionalidad por otra. A ello hay que añadir: siempre que esta asimilación no resulte de una opresión o privilegio nacionales. Así pues, estamos en contra de la opresión pero no de la asimilación, cuando se realiza sin opresión”. Esta tesis de ETA-Berri se nos muestra como una aplicación del marxismo-leninismo en su estado más puro y aplicado a una sociedad en concreto –la vasca- que debe asumir el papel cultural unificador de la “fase comunista”.

A la ETA etnicista y culturalista y antiobrerista la denominarán ETA-Bai, acusándola de pequeñoburguesa y clasista

Por tanto, en el sentido más estricto, el nacionalismo debe servir al internacionalismo comunista y asumir que –como cualquier otro pueblo o cultura- debe disolverse en la sociedad comunista. Según ETA-Berri, la vieja ETA, bajo excusa de nacionalismo, estaba dando soporte a la oligarquía vasca. En Komunistak, se escriben artículos que hoy sorprenden por su lógica antinacionalista: ”Euzkadi no es una colonia de Castilla y Andalucía. Euzkadi está explotada por la oligarquía como lo están los demás pueblos y nacionalidades que sufren el yugo del franquismo. No hay una contradicción entre los intereses del pueblo vasco y del pueblo castellano (como no la hay entre el pueblo vietnamita y la población de Estados Unidos). Por el contrario, hay una identidad de intereses y un enemigo común ante el que es necesario unirse estrechamente. Es para nosotros indiscutible que la revolución popular ha de traer para Euzkadi la libertad nacional, el fin de la opresión nacional. Pero la libertad ha de ser fruto no de una lucha contra castellanos y andaluces sino del derrocamiento del régimen dictatorial franquista”.

eta2ETA Berri, siguiendo la lógica de su análisis se transformará en el Euskadiko Mugimendi Komunista (Movimiento Comunista de Euzkadi). A inicios de la década de los 70 entrarán en contacto con otras organizaciones marxistas como el Movimiento Comunista en Aragón, el Grupo de Formación Marxista-Leninista de Baleares, o el Movimiento Comunista de Asturias. Tras diversos contactos y negociaciones se constituirían en el Movimiento Comunista de España (MCE). El MCE tuvo su fuerza principal el Vascongadas debido al peso de ETA-Berri y celebró su primer congreso en 1975, declarándose por la línea maoísta. Cuando España ingresó en la Unión Europea, el MCE junto a la Liga Revolucionaria Comunista (LCR), de tendencia trotskista, organizaron en toda España la campaña a favor de la candidatura de Herri Batasuna, que le permitió tener eurodiputados. Este proceso de alianzas desembocó en la constitución de Izquierda Alternativa, que tras una serie de disensiones y escisiones se acabó integrando en la actual Izquierda Unida.

en el sentido más estricto, el nacionalismo debe servir al internacionalismo comunista y asumir que –como cualquier otro pueblo o cultura- debe disolverse en la sociedad comunista.

 

Volviendo al asunto de la V Asamblea, las tesis defendidas por ETA Berri escandalizaron a buena parte de los etarras que habían permanecido en la ETA de siempre. Sin embargo, no hemos de creer que la ETA de la V Asamblea, dominada por los sectores más “nacionalistas”, abandonara el lenguaje revolucionario y socialista, ya que éste quedó instalado permanentemente en el discurso de ETA. Cuando se reanudan las sesiones de la V Asamblea en 1967, paradójicamente es elegido como presidente de las sesiones de trabajo Txabi Etxebarrieta un declarado “obrerista” que, con mucha habilidad, consigue contener la reacción “antisocialista” de los sectores más etnicistas.

txabi-etxebarrieta

Txabi Etxebarrieta

En el documento que se aprueba en la asamblea se empieza definiendo a ETA como un “movimiento socialista vasco de liberación nacional”. Así, ni el lenguaje, ni la ideología, ni el análisis marxista, abandona a la organización. En la moción final del documento se puede leer que el nacionalismo revolucionario: “consiste en la liberación nacional del pueblo vasco; es la negación total de una realidad opresora. Esta negación total puede sólo ser realizada por el pueblo trabajador vasco a través de su situación de clases explotadas. Por ello, la lucha nacional del pueblo vasco es una afirmación socialista”. En el contexto de la época, hablar de socialismo consiste en hablar del “socialismo científico” o, para mejor entendernos, de comunismo.

no hemos de creer que la ETA de la V Asamblea, dominada por los sectores más “nacionalistas”, abandonara el lenguaje revolucionario y socialista

 

Esta pervivencia del marxismo en la vieja ETA, provoca que militantes ya históricos como Txillardegi o Benito del Valle, abandonen la organización. Esto sí, sin estridencias y sin ánimos de dañar a ETA. Años más tarde, Txillardegi declararía: “Nosotros éramos partidarios de una lucha más política, mucho menos militar, que la de los que finalmente vencieron en la V Asamblea. La guerrilla urbana, y la guerrilla en general, son quizás válidas como fuerza de apoyo, pero no como sistema de liberación de un país industrializado como España. Es válida para Vietnam, pero no aquí”.

eta3Txillardegi, junto a otros descontentos se mantuvo al frente de la revista Branka, pasando ésta a ser una especie de organismo de presión externo del entorno etarra, cuya finalidad era salvaguardar la pureza doctrinal de la lucha. Por el contrario, la ETA surgida de la V Asamblea, se posicionaría con las tesis tercermundistas y, por lo tanto, partidarias de rememorar en las Vascongadas las guerrillas vietnamitas. Esta ETA se reafirmaría en la tesis propuesta en la IV Asamblea de la famosa acción-reacción-acción. Con otras palabras, se asentaba la línea maoísta que sería la responsable de que ETA cometiera más atentados y asesinatos durante la democracia que durante el franquismo. El maoísmo combinado con una reivindicación etnicista (como reacción contra el internacionalismo de ETA Berri), se convierte en un cóctel explosivo.

Txillardegi declararía: “Nosotros éramos partidarios de una lucha más política, mucho menos militar, que la de los que finalmente vencieron en la V Asamblea

En el documento de la V Asamblea se llega a la siguiente definición de etnia vasca: “La etnia vasca consiste en una colectividad humana que ha desarrollado una serie de respuestas culturales específicas y diferenciadas con respecto a otras etnias; la base de todo este sistema cultural es la lengua vasca, el euskera, útil de trabajo infraestructural de enorme importancia. Cuando los factores objetivos de la etnia se desarrollan, ésta adquiere conciencia de sí misma y se convierte en una nación. La toma de conciencia de la opresión de la etnia ha producido la adquisición de una auténtica conciencia nacional vasca”. Este conglomerado intelectual, desfasado y sorprendente, fue suficiente para que muchos vascos decidieran convertirse en asesinos.

eta5Luigi Bruni, en su obra ETA. historia política de una lucha armada, sintetiza muy bien lo que es el resultado de la V Asamblea y la importancia que tuvo esta fase inicial, para marcar lo que sería la ETA que conocemos: “Como se puede ver, a los diez años de su nacimiento, ETA continúa con mucha dificultad sus esfuerzos por no perder de vista la referencia marxista y la de los movimientos políticos que en todas partes del mundo se inspiran en ese marxismo, sin abandonar por otro lado el terreno de la lucha armada”. Esta ETA de la V Asamblea, aunque quedaría muy tocada por la oleada de detenciones, vivirá unos años muy intensos en el orden ideológico y estratégico. La Asamblea asume las tesis de Krutwig en cuanto a la organización en cuatro frentes: político, económico, militar y cultural. Según el esquema organizativo, el frente militar debe quedar subordinado al frente político.

El maoísmo combinado con una reivindicación etnicista (como reacción contra el internacionalismo de ETA Berri), se convierte en un cóctel explosivo.

 

Por otro lado, no se olvida la dimensión obrerista de la organización y se dan instrucciones a una serie de militantes para que se afilien a las incipientes Comisiones Obreras. Además se inicia, por primera vez con fuerte resonancia, el asesinato sistemático por objetivos. En agosto de 1968, morirá ajusticiado Melitón Manzanas, comisario de la Brigada Político-Social de Guipúzcoa. Las teorías marxistas maoístas pasaban del papel a la calle. La tinta se convertía en sangre. El asesinato de Melitón Manzanas y la persecución policial posterior que sufre ETA, pone en marcha la teoría de la acción-represión-acción. Cientos de presos inundan las cárceles y el ambiente de represión se culmina con el proceso de Burgos que permitirá a la organización terrorista ganar simpatías tanto en España como en todo el mundo.

eta6Por ese tiempo ETA genera varios documentos importantes. Uno de ellos es Hacia una estrategia revolucionaria vasca, escrito por José Luís Zalbide desde la cárcel y con el pseudónimo de K. De Zumbeltz. Este dirigente histórico iniciaba, una vez más, una crítica al modelo tercermundista y proponía la conveniencia de establecer una adecuada correlación entre la lucha de clases y la lucha revolucionaria de ETA: “Sólo dentro de una estrecha unidad práctica entre las masas y ETA será posible la continuidad del proceso revolucionario y el paso a fases más avanzadas del mismo”. El documento es un intento de “europeizar” la lucha etarra y abandonar los modelos como Vietnam. En 1968, ETA, que se había introducido en Comisiones Obreras, abandona la organización sindical y reconvierte su frente militar en un frente obrero.

La V Asamblea asume las tesis de Krutwig en cuanto a la organización en cuatro frentes: político, económico, militar y cultural.

 

Otro documento importante es La Carta a los Makos (en referencia a los presos). En este documento se propone informar a los presos de la política de alianzas que ha de realizar la organización. El lenguaje del texto, típicamente marxista, se centra el proletariado vasco y en su necesidad de atraer a una burguesía antioligárquica. Incluso se hacer referencia a Santiago Carrillo: “En esto tuvo razón Carrillo cuando en los años cuarenta se dedicó a atraer intelectuales –universidad y artistas sobre todo-; intelectuales burgueses que `acompañasen´, siquiera fuera simbólicamente, a una clase obrera absolutamente perpleja e indefensa”. Este documento creará nuevas tensiones entre el mundo etarra.

eta7Para que no queden dudas entre los militantes díscolos con el marxismo, en 1971, a través de los Presos de Burgos, la V Asamblea lanzaba un documento en el que se leía: “Como escribimos en el Zutik! 51, la primera aportación fundamental de la V Asamblea fue esbozar los puntos necesarios para la elaboración de la teoría revolucionaria vasca. ETA fue definida en esa Asamblea, sin ningún tipo de concesiones, como una organización socialista y no hay ningún tipo de duda en cuanto al tipo de socialismo que definimos, ni humanista, ni reformista, ni nada por el estilo: marxista-leninista”.

2 comentarios en “Breve historia ideológica de ETA (5): ETA Berri, la ETA marxista-leninista

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