Parte 1:

Breve historia ideológica de ETA (1): orígenes y vinculaciones con el PNV.

Federico Krutwig

Federico Krutwig y la estructura ideológica de ETA

Esta primera Asamblea y los documentos que genera ETA denotan la búsqueda de una identidad ideológica que todavía no ha cristalizado. Será en ese momento en el que aparecerá la paradigmática figura de Federico Krutwig y su libro Vasconia. Estudio dialéctico de una nacionalidad, publicado en 1963. Con el pseudónimo de Fernando Sarrailh de Ihartza, este vasco descendientes de alemanes, escribió esta obra que tendría una enorme influencia en el mundo etarra. Como antecedentes, se puede señalar que se autoexilio, en los años 50, del país vasco, acusando a la Iglesia católica de desinterés por el euskera. En 1956 intervino en el Congreso mundial vasco, celebrado en París, proponiendo el levantamiento de guerrillas para liberar al país vasco.

En 1965 residió en Bruselas, vinculado a la embajada china se dedicó a traducir las obras de Mao Ze Dong al euskera. Krutwig impartió cursillos a los cuadros dirigentes de ETA en el exilio y, como se verá luego, participó en el Comité Ejecutivo Táctico de ETA. Otra de sus obras es La guerra revolucionaria, retitulada posteriormente como La insurrección en Euzkadi, que sería una de las principales ponencias aprobadas por ETA en su III Asamblea. En ella se sostiene un principio revolucionario que ETA acabará aplicando a rajatabla: “quien no retroceda ante el derramamiento de sangre, tendrá una ventaja innegable sobre su enemigo, si su adversario no actuase de la misma forma”.

Krutwig residió en Bruselas, vinculado a la embajada china se dedicó a traducir las obras de Mao Ze Dong al euskera e impartió cursillos a los cuadros dirigentes de ETA en el exilio

La obra Vasconia es un compendio de máximas a favor de la resistencia y la idealización de la historia vasca en tonos míticos. En ella también se introducen varias novedades. Por un lado, se rompe definitivamente el tabú anticomunista que regía en el mundo nacionalista por influencia peneuvista. Krutwig, que también fue un admirador del ocultismo, fue el primero en imaginar que entre el nacionalismo vasco y el comunismo podía haber una connivencia conceptual. A lo largo de la obra se fundamenta en el pensamiento de Lenin para justificar el Derecho a la autodeterminación, o se citan las obras de Truong Chinh el famoso líder comunista de Vietnam, especialmente La resistencia vencerá. Otro de los planteamientos innovadores, como ya se ha señalado, es la primera sistematización de la guerra revolucionaria cuya influencia ha llegado hasta la ETA de hoy.

Por último, presentaba también una sistematización del etnicismo vasco en el que el viejo pensamiento sabiniano racista era modernizado y puesto apunto para el siglo XX. En el escrito de Krutwig se nos presenta también una Euzkadi que abarcaría el alto Ebro, La Rioja, las laderas del Moncayo y llegando hasta las puertas de Soria. Sin embargo, lo más significativo es la influencia del pensamiento de Mao Ze Dong y su propuesta de la insurrección guerrillera. En definitiva, Krutwig logró una síntesis entre el sabinianismo y el marxismo. Llegando a afirmar que: “la verdadera naturaleza del nacionalismo vasco es el socialismo revolucionario y la lucha nacional de liberación contra el imperialismo”.

Krutwig, que también fue un admirador del ocultismo, fue el primero en imaginar que entre el nacionalismo vasco y el comunismo podía haber una connivencia conceptual.

Pilis-milis, años 80

En sus escritos se mezclan de forma absurda referencias a Sabino Arana, Proudhom, Bakunin y Marx. Sin embargo, el peso etnicista es fuerte, pues cuando quiere aplicar los principios marxistas y la lucha de clases a las Vascongadas, se olvida de los trabajadores inmigrantes, a los que ni menciona. En Vasconia encontramos también una máxima que ETA aplicará a rajatabla, la ausencia de piedad para con el enemigo: “No se debe tener para ellos otro sentimiento que el que se posee frente a las plagas que hay que exterminar”.

La II Asamblea de ETA, celebrada en 1963, representará la consagración de las propuestas de Krutwig. La organización acabará asumiendo las tesis leninistas, de Luxemburgo o HoChiMin, según las cuales el capitalismo necesariamente desemboca en imperialismo al que hay que combatir. Euskalherría es presentada como un nuevo Vietnam, Argelia o Cuba y exige la liberación del pueblo vasco como un instrumento para la lucha contra el capitalismo imperialista. La banda ya no habla de sabotajes sino de “lucha armada”. Pronto el grupo terrorista iniciará atracos a bancos para financiarse, justificándolo desde la perspectiva de la justicia social y la lucha de liberación.

La organización acabará asumiendo las tesis leninistas, de Luxemburgo o HoChiMin, según las cuales el capitalismo necesariamente desemboca en imperialismo al que hay que combatir.

Zumelda, el cabra

El proceso de mentalización fue tal que incluso uno de los primeros jefes militares de ETA, Javier Zumalde (a) El Cabra, emulando a Fidel Castro en Sierra Madre, deambuló unos meses por las estribaciones de Amboto. Al poco, la Guardia Civil desmontó su peculiar guerrilla. Esta primera ETA, ya inequívocamente revolucionaria, aún deberá recorrer un largo camino para concretar sus bases ideológicas. En la II Asamblea las tensiones entre etnicistas e izquierdistas, que Krutwig intentaba sintetizar, se empezaron a manifestar. De hecho, los más “nacionalistas” cambiaron el lugar de la Asamblea para evitar que los izquierdistas revolucionarios se presentaran.