Mis queridos separatistas: sois tontos. No lo decimos con acritud, sino con todo el cariño del mundo. Sois tontos porque durante años os habéis dejado embaucar con los argumentos más peregrinos. Peor aún, habéis dejado que instalaran una mentira en vuestras estructuras mentales para luego envenenar vuestras almas, y ahora sólo podéis vivir con ella mientras muchos viven de ella y de vuestra ingenuidad.

Sois tontos por creer que Cataluña es una nación, una voluntad única e irreductible capaz de expresarse en multitudinarias performances. Pero pronto veréis una guerra civil abierta entre independentistas que demostrará la falsedad de la existencia de una “voluntad general” de una soñada nación catalana. Veréis al “mártir” Quim Torra abandonado por propios y extraños en una lacerante carrera para controlar la formación política que aparentemente lidera. Algún día descubriréis que, bajo las falsas sonrisas de los Artur Mas y los Puigdemont, se esconde una misérrima ambición que quedará volatilizada cuando ERC acabe su partida de ajedrez con un jaque mate.

pronto veréis una guerra civil abierta entre independentistas que demostrará la falsedad de la existencia de una “voluntad general” de una soñada nación catalana.

Por ello, no saldréis de vuestro asombro cuando un sector del independentismo, liderado por ERC y apoyado por el PSOE de “Madrit”, deje caer al actual gobierno de la Generalitat, para ocupar el trono de la soñada república. Entonces os preguntaréis, para que habéis estado dos años contaminando Cataluña de lazos amarillos, si el jefe de los presos, Junqueras, es el artífice del golpe de Estado. Un golpe de Estado no contra el Estado español, sino contra el independentismo.

Sois tontos, porque pronto veréis poner las urnas, pero esta vez para unas elecciones autonómicas. Os contarán que son plebiscitarias, que es un nuevo referéndum, pero el remolino amarillo será tal, que no sabréis ni a quien votar. Sois tontos, porque esas elecciones las ganaréis con una mayoría independentista jamás vista en el Parlament de Cataluña pero seréis incapaces de formar un gobierno frontista contra el Estado español. Todo será surrealista, desde el primer momento en el que el marxismo de la CUP quiera hacer una tenaza con los burgueses de JuntsXCat, contra ERC.

ese surrealismo retroalimentará vuestra mente conspiranoica y alienada por un relato que empezó defendiendo al burro catalán y que ahora quiere exterminar todo lo hispano de las entrañas de Cataluña.

Y ese surrealismo retroalimentará vuestra mente conspiranoica y alienada por un relato que empezó defendiendo al burro catalán y que ahora quiere exterminar todo lo hispano de las entrañas de Cataluña. Sois tontos porque aplaudís a los que os llevan al abismo, les jaleáis mientras preparan vuestra siguiente frustración colectiva que condenará a la siguiente generación a retozar en el resentimiento irracional y morboso que sólo tiene como frutos el odio y la sublimación del error.

Sois tontos porque el día que os toque enterrar a Pujol lo querréis hacer en olor de multitudes y para ello nuevamente os manipularán. Porque la inexistente república laica necesita de hombres-dioses y mitos fundantes como el “molt honorable”, que os ha robado, estafado y empobrecido, material y espiritualmente. Pero no es de extrañar, los pueblos que pierden su condición de civilizados se entregan a los dioses que los sacrifican.

los pueblos que pierden su condición de civilizados se entregan a los dioses que los sacrifican.

Sois tontos, porque todo lo que creéis haber conseguido, no ha sido por mérito vuestro sino por oligarquías y poderes que gustan de jugar con los sentimientos de las masas en favor de sus intereses. Vuestros méritos y éxitos han sido una concesión de poderes que ya no residen en Cataluña y que, de la noche a la mañana, mostrarán su rostro jacobino y os humillarán. Y no por ser “españolistas”, sino por ser «mundialistas apátridas» que destruyen pueblos con la misma facilidad que imaginan crearlos.

Sois tontos porque no leeréis estas líneas, y si lo hicierais no querríais entenderlas. La maldad sólo puede avanzar sembrando la soberbia y esta ciega la razón y la voluntad. Y si razón ni voluntad el alma languidece, como han enfermado a nuestra pobre y querida Cataluña.

Javier Barraycoa