SOBRE EL PODER: EN LA MODERNIDAD Y LA POSMODERNIDAD
JAVIER BARRAYCOA, SCIRE, BARCELONA, 2003. 117 pp.
RESEÑA:
Por Jorge Martínez
Hacia tiempo que no nos encontrábamos leyendo un ensayo político de verdadera síntesis, corto, denso, pero claro. Se adivina fácilmente que tras él se esconden muchas horas de pensamiento y de docencia en Sociología y Política.
El libro empieza con una rápida aproximación a las dificultades que ofrece el estudio de lo que solemos llamar poder. A través de estas primeras páginas se entiende que la lectura merece la pena y que este libro era necesario aunque sólo sea para ordenar nuestras ideas. Se percibe en el autor un conocimiento profundo de la bibliografía acerca del poder desde todas las disciplinas desde las que este tema es abordable.
En la segunda parte del libro se explica la formación histórica de lo que es el poder en la modernidad y los mecanismos que utiliza el “Leviatán” para dominar al individuo. Asistimos a la demostración de la gran influencia de la Reforma protestante en el nacimiento de la modernidad política, así como a la substitución de la religión por la política que se va produciendo a medida que va avanzando el proceso de secularización. El Estado redentor se va a encargar a partir de este momento de religar la vida del ciudadano.
En la tercera parte se nos revela lo más novedoso y arriesgado del presente libro: el estudio del poder en la post-modernidad. Es novedoso porque es políticamente incorrecto desvelar los mecanismos de dominación del poder actual, y más, hacerlo en continuidad con el estudio de los mecanismos modernos, más bien físicos, frente a los más sibilinos métodos de dominación subjetiva vigentes hoy en día, que el autor nos va desgranando para nuestra sorpresa y dilección.
Por ejemplo, el autor afirma: “Valores posmodernos como la solidaridad, la ecología o el multiculturalismo no son casuales, sino que permiten consolidar la actual estructura de poder”.
Con respecto al multiculturalismo, por ejemplo, argumenta: “cuando la igualdad que genera el poder político no consiste en una igualdad económica, sino en una homogeneización por aculturización, el multiculturalismo alivia el proceso homogeneizador”.
En cuanto a la ecología señala curiosas paradojas: “Si respecto a la sexualidad, la observación de toda naturaleza nos lleva a asociar la sexualidad con la reproducción, esta evidencia es rechazada ampliamente en la post-modernidad, culminando con la tesis: sexo sin reproducción y reproducción sin sexo.”
Mientras que sobre la solidaridad recuerda El imperio de lo efímero de Lipovetski cuando dice: “El compromiso (solidario) en cuerpo y alma ha sido substituido por la participación pasajera, a la carta, a la que uno consagra el tiempo y el dinero que quiere y por la que se moviliza cuando quiere, como quiere y conforme a los deseos primordiales de autonomía individual.”
Como decíamos, el libro es también arriesgado, porque, estando todavía inmersos en el estado de cosas descrito, puede costar ganar la distancia necesaria como para descubrir esas herramientas de dominación sin verse a la vez preso de férreos planteamientos deterministas, pesimistas y desesperanzados.
Pese a que este riesgo se bordea durante toda la lectura, nos ha parecido que el autor consigue escapar airoso. Y esto queda claro en su “Epílogo a modo de decálogo”, donde apunta soluciones a esa esclavitud casi ineluctable a la que nos abocaba el análisis del escenario político descrito anteriormente.
Son soluciones casi telegráficas, pero creemos que da en el clavo:
– redescubrimiento del individuo como persona, como ser social e histórico;
– aplicación del principio de subsidiaridad;
– protección de la familia;
– asociación de los individuos frente al poder
Lo verdaderamente curioso es que todas estas soluciones pasan por volver a mirar al hombre y a la sociedad como nos enseña a mirarlos la Iglesia. Al final, también en política, cuando la razón lucha por entender la realidad, la fe no niega sino que corona la reflexión.
Como crítica sólo le haremos una: creemos que hubiese merecido la pena alargar un poco el libro y complementarlo con el estudio de algunas de las realidades sociales existentes hoy en día que cumplen o intentan cumplir con lo que el autor considera en su decálogo final. Creo sinceramente que, dentro de su límite, una de dichas realidades sociales serían los movimientos sociales católicos. Pero eso quizá se pueda juzgar en otro libro.
Ya para terminar diremos que estamos de acuerdo con el autor en eso de que “perder el miedo a pensar y a actuar siempre ha sido el remedio frente a los totalitarismos, sean de la clase que sean”. Pero no basta con pensar. Tras pensar hay que ver qué hacemos y cómo lo hacemos. Sugerimos rememorar a San Benito, patrón de Europa, y a su “Ora et labora”. ¿Dónde si no en la Iglesia se nos educa en esto?
http://www.forumlibertas.com/sobre-el-poder-en-la-modernidad-y-posmodernidad-de-javier-barraycoa/
OTRAS RESEÑAS:
http://www.arbil.org/(69)barr.htm
DÓNDE CONSEGUIRLO:
http://www.balmeslibreria.com/ficha_libro/16498/Sobre-el-poder-en-la-modernidad-y-la-posmodernidad
VÍDEO:
DESCARGAR UNA PARTE:
http://www.academia.edu/4475702/Sobre_el_poder._En_la_modernidad_y_la_posmodernidad