Placer posmoderno (6): El sexo desbocado … y templado

 

Placer posmoderno (1): La “revolución silenciosa” del placer

Placer posmoderno (2): Me gusta mimarme o el placer de consumir

Placer posmoderno (3): Del hogar tradicional a la casa placentera

Placer posmoderno (4): La explosión de los sentidos y la relajación deseada

Placer posmoderno (5): Comer y chocolatear, principales fuentes de placer

El sexo desbocado … y templado

Afirmar que el sexo es una de las fuentes más importante de placer parece una perogrullada. Pero nuevamente las estadísticas y estudios nos complican una explicación sencilla. Una cosa está clara, la “revolución sexual” llegó a España más tarde que en otros países europeos. Los estudios sobre hábitos sexuales son demasiado recientes como para establecer comparaciones numéricas con la generación anterior. Aunque es evidente que el sexo ha pasado de estar oculto y limitado por normas e instituciones, a una tener una visibilidad social. Es por ello que el 60% de los españoles considera genéricamente al sexo como “muy importante”. Esta cifra sorprende porque dobla, prácticamente, el porcentaje de importancia que le otorgan el resto de los países europeos. En el Test Mundial del Placer, sólo los italianos e ingleses escogen la palabra “sexo” entre las cinco primeras que asocian al placer.

cupidoEn las series de datos sobre hábitos sexuales de los europeos, se demuestra que el sexo sigue siendo una realidad profundamente regular. Apenas han aumentado la frecuencia de relaciones sexuales desde hace veinte años. Lo que sí ha cambiado es con quién se tienen las relaciones ya que la media del número de parejas que se tiene a lo largo de la vida ha ido en aumento. Aún así, podríamos decir que las relaciones sexuales imponen su estabilidad y regularidad. El 80% de los europeos reconoce que en el último año sólo ha tenido una pareja, el resto afirma haber tenido dos o más. El porcentaje de los entregados al placer desbocado de las multirrelaciones es bajo aunque puede sorprender la intensidad. Un 5% de los franceses, por ejemplo, reconoce haber tenido más de cien parejas en un año (feliz inocencia de las encuestas). En esto los españoles somos más moderados.

Sexting-2.jpgLa poca importancia concedida al sexo en otros países y la regularidad de la actividad sexual en la mayoría de la población, contrasta con el peso del sexo “virtual”. En el mundo, en 2004, se distribuyeron 11.000 películas pornográficas, frente a 3.500 filmes ordinarios. Igualmente, la empresa Websense calculó ese año unos 1,6 billones de sitios eróticos que supondrían un 10% de lo expuesto en Internet. Parece que el sexo, más que materializarse, se virtualiza. Podríamos afirmar que el sexo real sigue contenido y el virtual desmadrado. Por eso, entre los segmentos más jóvenes de la población es donde se percibe que el sexo real se fusiona, cada va vez más, con otras experiencias virtuales. Entre los adolescentes se extiende la moda del sexting. A través de la red se muestran a sí mismos desnudos o en posturas provocativas y erotizadas, soñando en que despiertan placeres al compañero o compañera que tienen al otro extremo de la pantalla. A veces de incógnito, a veces descarado, el sexting revela que para ellos todo vale en la búsqueda de placeres recién descubiertos.

SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVARespecto a los adultos, los entusiasmos sexuales se moderan. El 54% se muestra favorable a probar “cosas nuevas”, aunque los estudios sobre hábitos sexuales nos demuestran que pocos iniciarán nuevas experiencias. El Estudio Bienestar sexual de los españoles constata que el 81% de los encuestados considera el sexo beneficioso para la salud, aunque menos de la mitad reconoce estar satisfecho con sus relaciones sexuales. La mayoría de adultos achaca la culpa de su insatisfacción al cansancio y al estrés. Ello no significa que el español adulto dé por perdida la batalla del placer sexual. Ha aparecido el hombre “vitalsexual”. Esta tipología engloba a adultos de más de 40 años, preocupados por alargar su vida sexual y atentos a las necesidades de su pareja. Es un sujeto que se informa para mejorar su sexualidad y que es capaz de cualquier cosa (terapias, viagra, operaciones, …) con tal de mejorar sus relaciones sexuales.

prohibido-besarse1¿Qué tiene en común entonces el sexo juvenil y del mundo adulto? Podríamos contestar que la importancia subjetiva y emocional concedida a los besos. Los médicos, dispuestos a ilustrarnos sobre cualquier dimensión del placer, nos introducen en los efectos saludables del beso: libera endorfinas y adrenalina, regula la tensión cardiaca, obliga a ejercitar treinta músculos faciales. Entre el asombroso mundo de las terapias, se inaugura la besoterapia, para enseñar a las madres a besar a sus hijos o a los amantes entre sí. En el universo del beso destaca la importancia concedida por los jóvenes en cuanto que predictor del futuro de la relación. Un sitio de la red frecuentado por jóvenes, Whatchpoint, realizó una encuesta entre sus usuarios y una cuarta parte de ellos reconocía haber dejado a su pareja por “no besar bien”; una muestra del «fundamento» de las relaciones.

2 comentarios en “Placer posmoderno (6): El sexo desbocado … y templado

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