Placer posmoderno (5): Comer y chocolatear, principales fuentes de placer

 

Placer posmoderno (1): La “revolución silenciosa” del placer

Placer posmoderno (2): Me gusta mimarme o el placer de consumir

Placer posmoderno (3): Del hogar tradicional a la casa placentera

Placer posmoderno (4): La explosión de los sentidos y la relajación deseada

Comer y chocolatear: principales fuentes de placer

 El comer, en general, es una de las fuentes del placer mejor reconocida en las encuestas. Según el Test Mundial del Placer es una dimensión omnipresente en todos los países, independientemente del género. Los datos sociológicos son nuevamente complejos. En un principio parecen restarle importancia al gusto por comer. Según el TNS Lifestyle 2006, se recoge que sólo uno de cada diez menús fuera de casa es escogido por placer. Únicamente entre los jóvenes la identificación del comer con el placer es intensa. En el estudio Hábitos Alimenticios de los españoles encargado por el Ministerio de Sanidad, el 57% de encuestados jóvenes reconoce que a la hora de comer se guían más por placer que por salud. Sin embargo, opera una lógica oculta.

comerUn estudio desvela que a la hora de elegir menú fuera de casa, un 23% lo elige por criterios de salud si es una comida entre semana. Por el contrario este porcentaje disminuye el fin de semana y es sustituido por un 18% que se inclina por elegir un menú que le procure placer (Worldpanel Usage, 2008). El placer debe competir con la salud y el combate se resuelve asociando los dos términos. Por eso, no sólo se han multiplicado los alimentos “sanos” sino que, poco a poco, se nos presentan como deleitables. Así, las estanterías de los supermercados se llenan de productos dietéticos pero “exquisitos”. La generación de nuestros padres asumía que los hijos debían comer mucho. Ahora se busca que los hijos coman lo conveniente, equilibrando lo placentero con lo saludable. Se inicia el combate contra el azúcar, “No, azúcar no”, pero no se reniega de los sabores dulces.

picoteoResuelto el problema de la salud, se reservan ciertos espacios para “pequeños y merecidos placeres” gustativos. De ahí la proliferación de productos encaminados a satisfacer los deseos de comer entre horas. Son los singles españoles los que practican con más frecuencia el “snaking” (picoteo) con patatas, frutos secos, chocolate, helados, vinos de calidad en los aperitivos o yogures especiales. Estos auto-regalos están impregnados de sensualidad y emotividad. Lipovetsky denomina a este fenómeno la “felicidad alimentaria y sensual”. A ello hay que añadir la práctica del fooding o el placer de descubrir nuevas tendencias, que se consagra con la cocina world fusion, donde el paladar acogerá las más variadas mezclas de sabores.

ChocolateUno de los alimentos que los españoles reconocen que les procura más placer es el chocolate. La identificación de su consumo con el placer sexual se está convirtiendo en un clásico. Al igual que el sexo, el chocolate no sólo procura placer sino que se multiplican las alabanzas por sus características saludables. Incluso algún estudio nos propone que, analizado por profesiones, son los cardiólogos los que reconocen tomar más chocolate negro por sus propiedades antioxidantes. Sea por la causa que sea, los españoles gastamos 226 millones de euros al año en tabletas de chocolate. La venta de chocolate negro ha crecido imparablemente a un ritmo del 20% en los últimos años hasta topar con la crisis. Actualmente, entre los productos que se compran por placer, ocupa el primer lugar, junto a los helados. En esto nos parecemos a los británicos, franceses y portugueses (TNS Worldpanel, 2006), aunque otros países europeos, especialmente los del norte, no comparten este inestimable placer. En el Test Mundial del Placer el “chocolate” es una de las cinco palabras más escogidas por los españoles para asociarla al placer.

chocoPero el chocolate tiene algo de misterioso. Su atractivo no sólo reside en su sabor, sino que se muestra como un elemento de lujo en los tratamientos de belleza. Ha triunfado como tendencia la chocolaterapia o tratamientos a base de masajes corporales y faciales con chocolate deshecho. Los expertos nos anuncian que el chocolate es un magnífico anticelulítico y un potente producto cutáneo antiestrés. Para colmo, es rejuvenecedor, reafirmante y adelgazante. A la chocolaterapia se añaden las variantes más imaginativas: exfoliantes con olor a chocolate, masajes de crema batida con chocolate o la inmersión total en chocolate.

heladosJunto al chocolate aparece un producto asociado que es el helado. La Universidad de Barcelona y la Autónoma de Madrid han elaborado el informe Helado por tres razones, para indagar sobre cómo ha evolucionado el consumo y la percepción de los consumidores sobre los helados. Uno de cada nueve españoles reconoce que el consumo de helados es una fuente de bienestar y placer. Esta fruición adquiere más preponderancia si se consumen dando un paseo con amigos o familiares. Ahora, los helados se demandan y consumen durante todo el año y se consideran un alimento más. La publicidad, periódicamente, se encarga de informarnos de sus propiedades nutricionales, para evitarnos el remordimiento de su consumo desbocado. Total, que España bate récords de consumo de helados: cada año se degluten 350 millones de litros, ocho litros por persona, superando a muchas categorías de bebidas.

Javier Barraycoa

3 comentarios en “Placer posmoderno (5): Comer y chocolatear, principales fuentes de placer

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