Tras dos años de ausencia por pandemia, los stands de libros y rosas han vuelto a aparecer por Sant Jordi. He tenido la suerte de firmar libros en los puestos de España i Catalans, Asamblea de Tabarnia y Vox. Por la tarde ya más tranquilos en el Club Empel. Este año daban la sensación de normalidad. Mientras que otras convocatorias ir con libros «cancelados» por el separatismo parecía una herejía, este curso ha sido diferente.

En la Diagonal estaban stands de España i catalans, Historiadors de Catalunya, Convivencia Cívica Catalana. En Rambla Cataluña Mallorca: Sociedad Civil Catalana, PP, Ciudadanos, Tabarnia, RCD Español (y hasta un stand de la Cruz Roja, por si acaso). En Rambla Cataluña Vox compartía espacio (con una cierta distancia estilo cordón sanitario) con la independentista Plataforma per la Llengua. Salvo un par de rebuznos secesionistas, todo normal.

En esta última carpa he coincidido con Antonio Jimeno (presidente del Sindicato AMES), Pau Guix (Catalán de socarrel (exiliado en Madrid por el separatismo), Antonio Robles (de izquierdas por definición y uno de los primeros en combatir el nacionalismo desde hace décadas). Esto es ecumenismo. Lo más importante de la jornada ha sido la normalización de la presencia de los disidentes del nacionalismo catalán.