Introducción a “Cataluña hispana” (II): La casa catalana y la deconstrucción nacionalista.

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Introducción a “Cataluña hispana” (II):  La casa catalana y la deconstrucción nacionalista.

 

Continuamos reproduciendo la Introducción a Cataluña Hispana que ya colgamos como post.

 

LA CASA CATALANA Y LA DECONSTRUCCIÓN NACIONALISTA

Puig y Cadafalch (1867-1956), arquitecto y político catalanista al que ya nos hemos referido, tiene un escrito titulado La casa catalana, en el que se pretende (con bastantes sesgos, e imitando la política cultural francesa del momento que ya hemos mencionado) demostrar la continuidad de la casa catalana entre las estructuras romanas, el románico, el gótico y lo que habría de ser la arquitectura de la Renaixença. Su artículo es un magnífico ejemplo de malabarismo político para intentar justificar una continuidad patria a través de la arquitectura y así demostrar que Cataluña es una “nación”.

renaixensa1Pero ¿qué es lo importante de las casas? Sin lugar a dudas, para nosotros, las personas y familias que en ellas habitan. La falsa “continuidad de estilo” que pretendía demostrar Puig y Cadafalch, se asemeja a la falsa continuidad del “espíritu catalán” que reclaman los separatistas actuales. Ellos se autoproclaman herederos de la “inmemorial nación” catalana. Pero, ¿qué pensarían los catalanes de hace dos siglos de los actuales militantes de partidos políticos como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y otros más radicales aún? Comprobemos cuál era el espíritu de aquellos viejos catalanes y comprobemos si estos partidos separatistas son su continuación natural, o más bien la inversión de lo que fue el espíritu de nuestro pueblo.

Ningún hijo se habría atrevido a tutear al padre, ni a hacerle preguntas u observaciones consideradas impertinentes y, menos, a discutir su autoridad.

customariEn el costumario Visions barcelonines (Visiones de barcelonesas), de Francesc Curet, de 1952, editado en catalán durante el franquismo, se define perfectamente uno de los rasgos más importantes que caracterizaba al pueblo catalán. En el volumen primero de este ingente estudio, dedicado a La vida en el hogar, se esbozan las siguientes características de la organización familiar: “El hogar era el santuario del barcelonés auténtico … el fundamento del hogar era la familia y su ordenación jerárquica, mantenida por vínculos de parentesco y convivencia derivada de la autoridad omnímoda del padre, amo y señor de la casa. Es verdad que estas características propias del genio catalán se perdían algo en su rigidez al bajar del mundo rural a la ciudad … Ningún hijo se habría atrevido a tutear al padre, ni a hacerle preguntas u observaciones consideradas impertinentes y, menos, a discutir su autoridad. Hacer la amistad [fer la amistat, no tiene traducción al castellano], o sea, el beso que se daba en la mano del padre, significaba respeto y admiración. El padre procuraba por su parte comportarse con gravedad, y había de hacer un esfuerzo por reprimir su carácter posiblemente festivo y las efusiones de ternura … Un viejo adagio concluye en pocas palabras, muy elocuentes, la apariencia y realidad del rigorismo paternal, como principio y procedimiento táctico: No muestres a los hijos amor, para que no te causen dolor. Es decir, estímales, pero no se lo hagas ver, porque si se dan cuenta te perderán el respeto”.

Esta filosofía de la sagrada autoridad paterna era connatural al ser catalán. Ello se visibilizaba en la forma de establecer la herencia de todos los bienes para el hermano mayor

masiaEsta filosofía de la sagrada autoridad paterna era connatural al ser catalán. Ello se visibilizaba en la forma de establecer la herencia de todos los bienes para el hermano mayor, que ejercería la autoridad sobre la familia al desaparecer el padre. Se recomienda leer el libro La invención de Europa, de Emmanuel Todd, donde se explica que en las zonas de Europa donde predominaba este tipo de estructura familiar, con una jerarquía muy clara y definida (algunos la llaman patriarcal), es donde surgió –entre otras cosas- el desarrollo industrial. Porque este espíritu de responsabilidad y obediencia, transmitido durante siglos, es lo que permitió que los valores de la familia que se vivía en las Masías, se transmitieran luego a las empresas (algo parecido ocurrió en las Vascongadas). La misma autoridad patriarcal que supo mantener el sistema de producción de las casas solariegas, se trasladó en Cataluña al mundo del comercio y la empresa, permitiendo un despegue productivo sin parangón en España.

Se especifica que por culpa del franquismo la situación de la mujer en Cataluña está más retrasada que en otras partes (insólita afirmación, pues la mujer más liberal en España es la de Cataluña), por culpa de “una sociedad patriarcal”.

Siguiendo la comparación entre los catalanes de antaño y los nacionalistas actuales, no podemos reprimirnos y leer el programa político que presentó Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en las elecciones de 2012. No hay sorpresas, el texto es corrección política e ideología dominante en estado puro: “El machismo –dice el programa- es el conjunto de leyes y normas que tienen la finalidad –implícita y explícita- de producir, mantener y perpetuar el sistema de valores que jerarquiza las personas según el sexo”. Se especifica que por culpa del franquismo la situación de la mujer en Cataluña está más retrasada que en otras partes (insólita afirmación, pues la mujer más liberal en España es la de Cataluña), por culpa de “una sociedad patriarcal”. Sigue el programa diciendo: “elaboraremos una ley de reconocimiento del colectivo transexual” y, por su puesto, se hacen brindis a los colectivos gays y lésbicos. La cuadratura del círculo es imposible. O se defiende las “esencias de Cataluña”, y se reconoce que el espíritu patriarcal y religioso fue su quintaesencia durante siglos y siglos (y así quedó recogido en el tan reclamado “derecho civil catalán”); o se propugna una Cataluña moderna y progresista que nada tiene que ver con nuestros antepasados y lo que ellos creyeron y defendieron.

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Teóroca tumba del último maqui. En realidad hay enterrado un moro

Cualquier catalán de siglos precedentes, incluso nos atreveríamos a decir que catalanistas de la II República, se habrían quedado atónito escuchado las propuestas programáticas de la actual ERC, apenas ininteligibles para él. tras un momento de absorta reflexión, hubiera entrado en su casa pairal (Masía), saliendo al cabo de poco con el trabuco heredado de su padre y le hubiera descerrajado una bocachaza. Ese era el espíritu intransigente del campesinado catalán. No en vano los catalanes (mal que les pese a muchos) inventamos la Inquisición, mucho antes que los castellanos. Por cierto, esta hipótesis de un payes descerrajando a algún “representante” de Cataluña, es bastante parecida a lo que pasó con el último “maqui” libertario de nuestra tierra: Quico Sabater. Fue abatido por el somatén de Sant Celoni, compuesto por payeses de toda la vida. Teóricamente está enterrado en el cementerio del pueblo, donde cada año se le homenajea. Pero fuentes fidedignas nos revelaron que, en realidad, en su tumba hay un moro que habían hallado ahorcado unos días antes de la trágica muerte del “maqui”.

fuentes fidedignas nos revelaron que, en realidad, en su tumba hay un moro que habían hallado ahorcado unos días antes de la trágica muerte del “maqui”.

Para desconocimiento de los que realizan el homenaje anual, éste se efectúa en el lugar equivocado. El sitio donde reposa su cadáver es desconocido, excepto para los dos campesinos que lo enterraron y que nunca desvelaron el lugar. De esta terrible anécdota histórica sacamos dos conclusiones: a) Entre aquellos payeses, que el imaginario independentista representa como la esencia de Cataluña, no había nada que los vinculara moral y vitalmente con los separatistas actuales y b) los catalanes nos hemos acostumbrado a venerar demasiadas irrealidades, como tumbas en las que no reposan quienes imaginamos o piedras que no están donde debieran o hechos que nunca acontecieron como nos los relatan.

monasterio-de-santa-maria-ripoll-34Aquí, no podemos reprimirnos y volver a la historia del Monasterio de Ripoll. En él, a partir de la Restauración catalanista de finales del XIX, se custodian los hipotéticos restos de Guifredo el Velloso (iniciador de la casa Condal de Barcelona), Sunyer I y Miró I -hijo y nieto respectivamente del héroe catalán- y Berenguer Ramón I; a la par que otros condes catalanes como Ramón Berenguer III, Ramón Berenguer IV y otros nobles señores. Decimos “hipotéticos restos”, pues los nacionalistas que van a Ripoll a venerar los orígenes genealógicos de las dinastías condales, apenas sospechan lo que hay dentro de los sepulcros.

los nacionalistas que van a Ripoll a venerar los orígenes genealógicos de las dinastías condales, apenas sospechan lo que hay dentro de los sepulcros.

Por ejemplo, el de Ramón Berenguer IV fue profanado, primero por los franceses, en 1749, que robaron todo lo que de valor había en su tumba, aunque respetaron el cadáver; luego por los liberales cristinos, en 1835, que incendiaron el monasterio, “juzgaron” al cadáver y lo condenaron a la hoguera por ser un “rey” que «había combatido el islamismo para propagar la religión católica» (manda narices, ¡y estos eran los “Ilustrados”!). La persecución religiosa de 1936 conllevó nuevos saqueos y profanaciones de las tumbas , y los restos de muchos de ellos fueron arrojados al río. Vaya usted a saber qué se está venerando ahí, pero la cuestión –para el catalanismo- es venerar algo que nos hile con el pasado, sea real o no.

Javier Barraycoa

2 comentarios en “Introducción a “Cataluña hispana” (II): La casa catalana y la deconstrucción nacionalista.

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