Es el P. Santiago Arellano, sacerdote de profunda espiritualidad y afán apostólico, lo conocí cuando era aún un niño, luego como seminarista y, a pesar de la distancia, voy sabiendo de él. Su padre, un gran navarro de esos que representan la fidelidad y la Tradición, lo puedo considerar un maestro en lides políticas e intelectuales y como amigo de esos de los de verdad. El P. Arellano ha dicho lo que tiene que decir un sacerdote católico. Le guste a quien le guste, pero esta es la doctrina de la Iglesia y lo que debe decirse en tiempos de pruebas colectivas.
Tengo la satisfaccion de conocer a su padre en la ADORACION NOCTURNA ESPAÑOLA, como Presidente del Consejo Diocesano de Zaragoza.
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Tengo la satisfaccion de conocer a su padre como Presidente Diocesano de la ADORACION NOCTURNA ESPAÑOLA de Zaragoza.
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