Cuando lo único se puede ver para troncharse de risa son las frase épicas del cine B, es que las musas han abandonado Occidente. Entre esta escena y la filosofía de Habermas creo que no hay mucha diferencia. Pero al menos el guionista de esta película no engaña: es idiota, igual que el pensamiento posmoderno. Lo que pasa que Habermas y tantos otros los disimulan mejor.
Nada nuevo bajo el sol.
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