El primer himno oficial, El rezo de los rusos, había sido elegido por el zar Alejandro I en 1816. La letra de aquel himno era una glorificación del zar y estaba basado en la melodía del británico Dios salve al Rey. Años después, al volver de un viaje por Austria y Hungría, Nicolás encargó al compositor Alexéi Fiódorovich Lvov que crease un nuevo himno. Este fue presentado el 18 de diciembre (o el 25, según otras fuentes) de 1833 y fue el himno nacional ruso hasta 1917. Era uno de los más breves del mundo y (quizás por eso) se solía repetir tres veces.
Tras la caída de los zares y antes de la proclamación de la URSS, La música de la Marsellesa con letra rusa fue el himno del Nuevo Régimen, luego fu sustituido por la Internacional y finalmente, tras la Segunda Guerra Mundial se implantó una adaptación de una vieja canción bolchevique como himno. Este último sufrió mutación de letras hasta nuestros días.