De las cosas que más echo en falta durante este tiempo pascual, es poder cantar la antifona gregoriana «Vidi aquam«, mientras el sacerdote asperje el agua bendita sobre el Pueblo de Dios rememorando el Bautismo. Esta antifona está inspirada en el texto se del profeta Ezequiel (Ez. 47: 1), que vio cómo del lado derecho del Templo brotaban las aguas que formaban un río que limpiaban el mundo de todas las inmundicias, llegando hasta el mar. Es una prefiguración de agua del costado de Cristo que emanará en la Cruz; y de la gracia de su Sagrado Corazón, esperanza contra los males de este mundo. De las diferentes versiones que hay por ahí colgadas, esta es la que me ha gustado más me ha gustado.
Yo ví un agua que salía del templo, del lado derecho, aleluya; y todos aquellos a quienes alcanzó esta agua, se han salvado, y exclaman: aleluya, aleluya.
Ps. Alabad al Señor, porque es bueno: * porque es eterna su misericordia.
V. Gloria al Padre.
Vidi aquam egrediéntem de templo a látere dextro, allelúia: et omnes ad quos pervénit aqua ista, salvi facti sunt, et dicent: allelúia, allelúia.
Ps. 117 Confitémini Dómino, quóniam bonus: * quóniam in saeculum misericórdia ejus.
V. Gloria Patri.
Vidi aquam…
Maravilloso, gracias.
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Agradezco mucho conocer este cantar del Profeta Ezequiel, muy bonito. Estas sabidurías nos enriquecen mucho, también el alimento del espirito es tan necesario como el otro
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Sí, estoy muy interesada en recibir tus correosMuchas gracias por todo lo que trabajas.Un fuerte abrazo Raquel
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