Si se tratara del juego del Cluedo, yo diría que el asesino es Borrell, no por su mirada, que la tiene de ejecutor, sino por su sutil presencia entre bambalinas en todos los sucedidos escandalosos de este gobierno

* * *

Si Pedro Sánchez es tonto, cosa que quedó patente desde el primer día que un diario dio cuenta de su existencia, entonces ¿quién manda realmente en el Gobierno de España? Si se tratara del juego del Cluedo, yo diría que el asesino es Borrell, no por su mirada, que la tiene de ejecutor, sino por su sutil presencia entre bambalinas en todos los sucedidos escandalosos de este gobierno. Para empezar, hay que decir que la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo está desaparecida. Como es la responsable de “Igualdad”, a lo mejor ha decidido ser igual de inútil que su presidente. Es como una de aquellas fichas del Cluedo que siempre se pierden al poco de abrir la caja. Carmen Calvo igual por ser bajita los temas le vienen grande o bien no alcanza para salir en las fotos. No es una killer de la política, simplemente una cuota complaciente para contentar a sectores del PSOE especialmente a Zapatero de la que ya fue Ministro.

Como el Cluedo, ese espectacularmente aburrido juego de asesinos de nuestra adolescencia, los sospechosos se tienen que ir descartando. De momento han caído dos ministros en tiempo récord: Màximo Huerta (por fraude fiscal) y la trilera Carmen Montón (por fraude intelectual). Lo malo de la devoción de Pedro Sánchez por las ministras féminas, es que ministros machotes le quedaban pocos: Pedro Duque, que sigue en la luna, pues de él ya no hemos vuelto a saber; y Luis Planas, otro ministro cuestionado. Es el ministro de Agricultura, ganadería y pesca (será por su fisonomía de besugo) que había estado imputado por delitos contra la ecología. Como la estadística nos dice que la mayoría de asesinatos los cometen hombres y no mujeres, nuestro sospechoso principal del asesinato de España es Borrell.

tuvo que ser Borrell el que ejecutara la orden de venta. Se inventó aquello que sonó tan estrambótico: esas bombas estan diseñadas para no provocar daños colaterales

Si nos fijamos Borrell -en el gabinete más femenino de la historia del mundo mundial- ha tenido que meter baza en todo tipo de asuntos para solventar las crisis que le diluvian al gobierno como en época de los monzones. Mientras que Pedro Sánchez se las ha dado de pacifista-eco-feminista, se pergeñaba la venta de bombas a Arabia Saudí. Cuando la Ministra de Defensa, Margarita Robles, quiso echar para atrás el negociete, tuvo que ser Borrell el que ejecutara la orden de venta. Se inventó aquello que sonó tan estrambótico: esas bombas estan diseñadas para no provocar daños colaterales; como si los daños centrales no importaran.

También cayeron chuzos de canto cuando Pedro Sánchez decidió una mañana a abrir las puertas de España a todos los pasajeros que se le antojara a las ONGs de Soros. Las críticas de Europa fueron tan alarmantes que Borrell tuvo que hacer de pararrayos para proteger al Presidente (Carmen Calvo no tiene estatura ni para hacer de pararrayos). Ello nos costó invitar a Merkel a una mariscada que imaginamos pagaría el Ministerio de Exteriores de Borrell.

La literatura está llena de ejemplos del atractivo que suscita la maldad y la inteligencia y eso es parte de la esencia del romanticismo.

Cuando salió el tema de la misteriosa tesis de Pedro Sánchez, plagiada sólo en un pequeño 29%, y que demuestra que lo suyo son los guateques y no las bibliotecas, sólo Borrell salió en defensa del jefe. Los otros ministros/as estaban bastante ocupados en rehacer su currículo por si acaso. Y en eso reconocemos que Borrell es inteligente, malo, pero inteligente. Su Curriculum es brillante e impecable. Esta combinación de maldad e inteligencia, más las canas, convierten a Borrell en un ser atractivo para el género femenino. La literatura está llena de ejemplos del atractivo que suscita la maldad y la inteligencia y eso es parte de la esencia del romanticismo.

Quizá así entendamos por qué acercándose la Diada del 11 de septiembre, Borrell nos sorprendió con varias declaraciones. Dijo que le dolía de corazón ver políticos en las prisiones (cómo buen draaón romántico casi nos hace llorar); en entrevista para la BBC se le ocurrió afirmar que Cataluña sí era una nación, pero sólo “romántica” y por tanto de ello no se desprendían derechos políticos. Desde entonces se ha acabado el Borrell terror de los nacionalistas, para mostrarnos su faceta de zalamero sensible con el nacionalismo.

en entrevista para la BBC a Borrell se le ocurrió afirmar que Cataluña sí era una nación, pero sólo “romántica”

Borrell, el hombre que como el Ave Fénix ha renacido de la nada política gracias a su discurso antinacionalista, y aupado en las grandes manifestaciones de Barcelona, ahora nos descubre su verdadero rostro. No es que haya cambiado de principios, es que no tiene principios. Es capaz de sacrificar su discurso antinacionalista, para salvar las negociaciones ocultas de su Presidente plagiador con el centauro Puigdetorra. Eso es romanticismo en Estado puro. Ni el final de Casablanca puede igualarse a semejante sacrificio. Cuando empezó la partida del Cluedo, todos pensamos en seguida que el asesino de España iba a ser Pedro Sánchez, pero en política lo primero que se ha de aprender que nada es lo que parece, ni lo que aparece ni lo que desaparece, como los másteres y tesis. Sospechen conmigo de Borrell y seguro que ganamos la partida.

Javier Barraycoa