Tchaikovsky: «Himno de los querubines». Cierre lo ojos y viaje al cielo
En carta de Tchaikovsky del año 1877 dirigida a su amiga Nadezhda von Meck, le escribía: «Para mí [la iglesia] todavía posee mucho encanto poético. A menudo asisto a los servicios. Considero que la liturgia de San Juan Crisóstomo es una de las mayores producciones de arte. Si seguimos el servicio con mucho cuidado y…