Hispanidad

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Este año, creemos no equivocarnos, todas las asociaciones antinacionalistas han madurado en el arduo combate. Se han dado grandes pasos para armonizar esfuerzos, limar diferencias y aceptarse como somos.

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En 2012, ante las primeras exclamaciones formalmente separatistas en la Diada del 11 de septiembre, nació una iniciativa. Una incipiente y espontánea asociación, en poco menos de un mes, conseguía montar una concentración el 12 de octubre, día de la Hispanidad y fiesta nacional de España. La organización era la plataforma de “Espanya i Catalans” y el proyecto lo lideró un ciudadano de a pie que se convirtió en un referente para muchos: Manel Parra.

Es cierto que mucho tiempo antes, se habían destacado iniciativas como Asociación por la Tolerancia, Convivencia Cívica Catalana, Foro Babel y, tantas asociaciones que temo nombrar por no olvidarme alguna. Y tras esas asociaciones estaban hombres y mujeres, algunos conocidos y aún en la palestra; y otros héroes anónimos que con su sacrificio y labor callada trabajaron -sobre todo- para frenar las políticas lingüísticas del nacionalismo y su aparato adoctrinador a través de la lengua. Muchos siguen en la brecha y desde aquí nuestro más rendido homenaje. Alguno de los protagonistas de aquellos tiempos, como Antonio Robles, han dejado testimonios escritos valiosísimos de aquellas cuitas. En ellas, el denominador común fue la habitual traición de los partidos políticos especialmente el PSC y otros que alardean de constitucionalismo.

«las concentraciones -desde 2012- en la Plaza de Cataluña el día de la Hispanidad han sido fundamentales para entender el inicio de la resistencia de la sociedad catalana ante el embate ya explícito del separatismo»

También hay que recordar, en honor a la verdad, que Barcelona durante los años 90 se destacó en las celebraciones del 12 de octubre que tradicionalmente se celebraban en la antigua Plaza de Salvador Anglada (presidente del tradicionalismo de Sants, asesinado en 1936), rebautizada en la transición como “Països Catalans”. Barcelona, me atrevería a decir que ha sido de las pocas ciudades de España que ha celebrado espontáneamente el día de la Hispanidad aparte de los actos oficiales. La corrección política y el acostumbrado silencio mediático, hicieron pasar casi desapercibidas aquellas celebraciones antes del cambio de milenio. Pero los más jóvenes deben saber que Barcelona nunca renegó de su condición hispánica a pesar de la hegemonía cultural nacionalista.

Como decíamos, las concentraciones -desde 2012- en la Plaza de Cataluña el día de la Hispanidad han sido fundamentales para entender el inicio de la resistencia de la sociedad catalana ante el embate ya explícito del separatismo. Sin esas iniciativas, no se hubieran explicado innumerables movilizaciones posteriores en las calles, o la incansable lucha por recuperar el espacio público para todos los catalanes, liberándolo de todo tipo de símbolos nacionalistas. Estas más que meritorias acciones y movilizaciones han permitido desmontar el relato imaginario del nacionalismo. Cuántos catalanes anónimos han puesto su tiempo y dinero para limpiar Cataluña, mientras que los parlamentarios debatían cómodamente en sus sillones.

«aquí existe un pueblo hispano resistente y capaz de liderar la recuperación de la identidad patria que un día nos robó la partitocracia. Madrid será la capital de España, pero Barcelona ha de ser la de la Hispanidad»

Los diferentes actos del día de la Hispanidad han pasado por muchas vicisitudes: desde la desconfianza de los políticos, a su entusiasmo por salir en la foto. Recordamos que en 2012, algunos políticos estaban esperando en el parking sito bajo la plaza Cataluña y enviaban emisarios para comprobar si la plaza se llenaba o el acto iba a ser un fracaso. Al confirmarles que la plaza se estaba llenando entonces salieron a buscar las cámaras. Como estas son miserias humanas a las que nos hemos acostumbrado, ahora las tomamos como motivo de jerigonza.

Este será el séptimo año desde esa segunda fase del asociacionismo antinacionalista iniciada en 2012. Podríamos relatar las discrepancias, dificultades, tensiones, pero no vale la pena. Las cosas se van superando y todos los que rechazamos el nacionalismo totalitario sabemos que el camino será aún largo y difícil, por mucho que el catalanismo radical dé muestras de fatiga y fractura interna. Ellos seguirán ahí. Pero esta vez, la gran diferencia es que nosotros estaremos donde el deber y el honor nos indica: frente a ellos y unidos. Este año, creemos no equivocarnos, todas las asociaciones antinacionalistas han madurado en el arduo combate. Se han dado grandes pasos para armonizar esfuerzos, limar diferencias y aceptarse como somos. Y todo ello permite que se pueda augurar que en Barcelona este próximo día de la Hispanidad, como celebración popular se habrá consolidado, mostrando que -por mucho que se diga desde fuera lo mal que está Cataluña- aquí existe un pueblo hispano resistente y capaz de liderar la recuperación de la identidad patria que un día nos robó la partitocracia. Madrid será la capital de España, pero Barcelona ha de ser la de la Hispanidad.

«el día de la Hispanidad no puede quedarse en una mera celebración reactiva contra el nacionalismo, sino que debemos dotarla de contenido para profundizar en el sentido de la Hispanidad como proyección universal de la tradición e identidad hispana que forjó nuestro ser durante siglos»

Por ello, también, debemos de ser más precavidos que nunca. A los partidos políticos no les gustas los movimientos sociales que no pueden controlar, por mucho que digan que se identifican con ellos. Por tanto, para que este hermoso sueño de una capital hispana no se trunque debemos trabajar en dos direcciones. La primera, es que las asociaciones, aunque tiendan puentes necesarios con los partidos políticos, mantengan siempre su independencia. Ellas deben ejercer la función de su conciencia cuando desvaríen (que por desgracia suele ser bastante a menudo). En segundo lugar, el día de la Hispanidad no puede quedarse en una mera celebración reactiva contra el nacionalismo, sino que debemos dotarla de contenido para profundizar en el sentido de la Hispanidad como proyección universal de la tradición e identidad hispana que forjó nuestro ser durante siglos, y que uno estamos dispuestos a perder.

Con otras palabras, nuestro enemigo no es solo el nacionalismo, sino el folklorismo (Si Manolo Escobar es el referente de nuestro patriotismo, es que es tan peligroso como Lluís Llach). Celebrar la Hispanidad no es un ejercicio de sentimentalismo ni costumbrismo; es reactualizar una realidad pasada, vivirla en el presente y proyectarla en el futuro.

Javier Barraycoa

10 comentarios en “Hispanidad

  1. El asociacionismo ha llegado a su fin, de hecho todas las asociaciones son correa de transmisión de partidos políticos, ha llegado el momento de la lucha política empezando por votar ADÑ en las elecciones europeas de mayo de 2019.

    12/10/2018
    11:00 Pza. España
    12:00 Pza. Sant Jordi Montjuic
    Día Nacional de España
    Homenaje a la Bandera
    Barcelona

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    • No, acción política mas acción social, las dos opciones, no son excluyentes. Creo que yo también votaré a ADÑ aunque votar en una democracia liberal me resulte un acto repugnante.

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  2. Pingback: “HISPANIDAD” por Javier Barraycoa

  3. Convocatoria de Alianza Nacional en Barcelona 12 de Octubre.
    Paseo de Gracia – La Pedrera 12:00
    Día Nacional de España y Fiesta de la Hispanidad.
    Catalanidad es Hispanidad.

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  4. Me ha gustado mucho su artículo señor Barraycoa.
    ¡Gracias! Somatemps está haciendo un gran servicio a España y a Catalunya. ¡Vixca Espanya i Vixca Catalunya!

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  5. Pues a mi me encanta Manolo Escobar,.la cual cosa no puedo decir d sepa rata llach q es penoso y veegüenza catalana.
    Manolo Escobar nos tetrotrae a épocas en las k todo y el nacionalismo.incipiante adoctrinador, no era motivo de ruptura de la.convivencia entre.catalanes, los d a33 apellidos cat y los k ellos desprecian cm «extranjeros (marido M. CABALLÉ).
    Era un gozo oir y cantar sus canciones sin necesidad d dar bon coo d falç cm las estúpidas y soeces ñoñeras d sectario llach.
    En fin, xa gustos l’arc d St Martí, xo equidistancia entre Escobar y llach , ni en los sueños d una república bananera de matrix.
    Kizá yo no he entendido el «sentido dl problema dl.folklore de Escobar, xa mi entusiasta , genial .

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  6. Estoy de acuerdo con el artículo, el folclorismo hay que aparcarlo, Manolo Escobar estuvo bien en un momento dado y una situación concreta, pero la anécdota momentánea ya pasó. No es un símbolo ni lo puede ser. Nuestra historia es grande y el camino a seguir debería contraponerse totalmente al folclore limitante de gestos estridentes que han querido montar los separatistas y los políticos en general. Es mi humilde opinión. Gracias Barraycoa.

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  7. Creo que comparar al delincuente Luis Llac con el bueno de Manolo Escobar es como si usted nos llamara tontos sentimentales y no es eso.El idioma catalán que parece que ustedes implantar en toda España,ha creado demasiados problemas por lo que yo me niego a aprenderlo,sin embargo puedo aprender el valenciano, que ustedes que os superiores,
    creéis que el catalán vale más que el valenciano.A mí la capital de España me importa un bledo donde esté,exepto en que hay ciudades en las creo que no debe estar en ninguna de las dos, la capital de España que Bilbao y Barcelona.Como La Constitución no es perfecta,terminareis diciendo que hay presos políticos y no políticos presos,porque las catalanes tienen unas mentes privilegiadas.

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  8. Con perdón. Las reuniones de los años 90 no eran en la plaza de Salvador Anglada. Esa plaza es la que se halla situada en la carretera de Sants en las bocas de metro L1 y L5. La plaza a la que haces referencia es la que los patriotas llamábamos (para no pronunciar el nombre «oficial» d Paisos catalans)plaza de la Estación de Sants lado Barcelona, para distinguirla de la otra (lado Hospitalet). Hoy esa plaza se llama «de sants».Gracias.

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