El Valle de los Caídos y Cataluña

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El fracaso de una ideología, partido o institución, se constata cuando sus únicos argumentos consisten en satanizar al “enemigo”, sea real, sea figurado. Y tarde o temprano, este excurso de la izquierda pierde la eficacia inicial y de relato pasa a balbuceos para mentes anoréxica

 

Pedro Sánchez –réplica nefasta y degradada de Zapatero– se ha convertido en el gran hacedor de franquistas. La izquierda, a fin de tapar sus vergüenzas, se ha dedicado cuarenta años a proyectarlas en los demás. Ha creado estereotipos y ha perpetuado una memoria histórica sesgada, intentando lobotomizar de la memoria colectiva la sangría causada por la República entre el 36 y el 39. Con otras palabras. La izquierda se ha querido justificar creando un “monstruo” ajeno, pues no ha podido nunca legitimarse por las ausentes virtudes propias. El fracaso de una ideología, partido o institución, se constata cuando sus únicos argumentos consisten en satanizar al “enemigo”, sea real, sea figurado. Y tarde o temprano, este excurso de la izquierda pierde la eficacia inicial y de relato pasa a balbuceos para mentes anoréxicas.

Por eso, tras cuarenta años de falsedades, el discurso de la izquierda está provocando los efectos contrarios a los deseados. Se ha creado un efecto que los vulgarizadores del conocimiento llaman “psicología inversa”. Si la izquierda dice que hay que desmontar El Valle de los Caídos, mucha gente empieza a creer que hay que mantenerlo a toda costa. Si la izquierda dice que Franco fue muy malo, es que a lo mejor –pensarán otros- debe ser una figura histórica digna de ser revisada. Y esto lo escribe uno que fue formado en un tradicionalismo más que a-franquista, por no decir anti-franquista; y cuyo abuelo paterno fue represaliado por Franco por pertenecer a la masonería. Sí, los linajes familiares tienen estos extraños bucles. Por tanto, estos precedentes, me permiten defender la persistencia de El Valle de los Caídos tal y como se nos fue legado a los que cuando murió el General Franco no teníamos más allá de 12 años. Y este juicio es absolutamente independiente de lo que uno pueda pensar sobre el franquismo.

En 1936, se produjo una aparición milagrosa de una gigantesca cruz, mientras la tierra catalana se empapaba de sangre de mártires asesinados masivamente por los (des)controlados de Companys

 

Dudaba si escribir un artículo sobre el franquismo y El Valle de los Caídos y la sinvergonzonería de la izquierda salida de las familias franquistas (quizá más adelante). Pero como catalán, tal vez mi deber sea “desfacer” el entuerto maniqueo del nacionalismo, que pretende oponer nacionalismo catalán al franquismo y por ende a El Valle de los Caídos. O con una imagen más figurativa, el convento benedictino de Montserrat con el de El Valle. Por cuestiones de espacio esbozaremos unos datos prácticamente desconocidos por el gran público que muestran la relación de Cataluña con El Valle. Corría el 13 de agosto de 1936. La tierra catalana se empapaba de sangre de mártires asesinados masivamente por los (des)controlados de Companys. En la población de Vallrromanes (Comarca del Vallés, Barcelona), ocurrió algo misterioso, por no decir milagroso. Varios vecinos vieron en el horizonte como se alzaba una inmensa Cruz sobre una montaña. Tanto los testimonios, como los dibujos de esa Cruz realizados por los testigos (que han pasado por mis manos) fueron mostrados muchas décadas después al Padre Anselmo Álvarez, que sería posteriomente Abad de El Valle. Éste afirmó convencido que esos bosquejos correspondían al perfil de la cruz actual y la orografía de Cuelgamuros. De la misma opinión es el P. Santiago Cantera. De hecho, la dirección de esta visión del año 36, coincide exactamente hacia donde se halla el Valle desde el pueblo de Vallrromanes. Dicho lo cual que cada uno crea lo que quiera.

Datos más “objetivables” para las mentes racionalistas, es que los catalanes tuvieron un papel ciertamente importante en el concurso del proyecto de Cuelgamuros. Toda la cúpula de la basílica, compuesta por más de cinco millones de piezas de mosaico, fue elaborada por el catalán Santiago Padrós. Hombre devoto y patriota. Justo en la escena de la asunción de la Virgen, compuso en mosaico un escudo de la Virgen de Montserrat. Ello se debía entre otras cosas a que mientras se pergeñaba el proyecto, Franco estaba encandilado con el Abad Escarré de Montserrat y viceversa. Hay datos más que suficientes para probar la ambición de Escarré por ser nombrado el primer Abad del muevo convento benedictino que cuidaría El Valle. Pero las cosas se truncaron. Y el archifranquista Abat de Montserrat se convirtió de la noche a la mañana en un furibundo antifranquista. Y pasó de tutear a Franco a denostarlo en la prensa extrajera. Pero esta historia merece otra Tribuna. Franco por fin se decidió a traer al Valle monjes benedictinos de Silos. Ello no quita que durante los años 60 y 70, la escolanía se especializara entre otras cosas en música Antigua Catalana, de la que se conservan unas espléndidas grabaciones en Hispavox (creo). O que se especializaran en el compositor de Olot, el P. Antonio Soler, uno de los mejores compositores de la España del siglo XVIII.

 

 Los Raventós (antiguos dueños de Codorniú), regalaron toda la orfebrería litúrgica a la nueva comunidad Benedictina.

 

Se nos ocurren tantas cosas que contar que tememos dejarnos jecho en el baúl. La carretera de acceso al Valle fue construida por los hermanos Banús, que salieron de La Masó (en la Tarragona profunda). Hicieron gran fortuna y ello les permitió emprender proyectos como el famoso Puerto Banús en Marbella. Por su parte el funicular del Valle es de la misma empresa que el de Montserrat: Talleres Rocafort; cuyo presidente –ya jubilado, creo- es buena persona, piadosa y patriota. ¡Ah! Y cómo no olvidar la familia Raventós, tan amiga de Franco, cuyos herederos ahora han dotado al cava Codorníu de un sello separatista. Los Raventós, regalaron toda la orfebrería litúrgica a la nueva comunidad Benedictina.

Podríamos seguir, pero al menos estos datos queríamos recuperarlos para el gran público, y así evitar esos maniqueísmos en los que la izquierda siempre nos quiere encasillar, a fin de obligarnos a optar entre lo “malo” y por exclusión lo “bueno”, o sea ellos. No, la historia no es dicotómica, y esos catalanes, o mejor dicho vínculos de Cataluña con El Valle, existieron, no se pueden enterrar, ni exhumar, ni olvidar. ¡Ojalá tuviéramos verdadera memoria histórica! Pero para ello no se puede «eliminar el pasado al estilo orweliano. Por favor, Dejad El Valle de los caídos como está. No es cuestión de política, ni de franquismo o antifranquismo, es cuestión de higiene mental colectiva, ante la intoxicación constante de la mentira que propaga la izquierda como parte de su esencia vital.

6 comentarios en “El Valle de los Caídos y Cataluña

  1. Usted don J.B. no escribe nada a la ligera, aunque esté en varios asuntos a la vez. Yo digo que nací anticomunista pero ahora soy furibundo antisocialista y también en contra de la última pandilla del Gobierno de Rajoy y lector del Marca pero queda Soraya a la que había concedido más poder que el de él.Se convirtieron en izquierdos por ese complejo de ser de derechas, porque las mentiras repetidas de los socialistas, son más descaradas que las de los comunistas, que se les ve venir enseguida. El primer día que oí al líder de Podemos, ya supe lo peligroso que era.Creo que usted aceptará las investigaciones de don Pío Moa,que parece que mató a dos Policías cuando estuvo en el Grapo y aunque no es un historiador universitario ha girado su vida y creo que todos los días recibe amenazadas de muerte, por ser riguroso desenmascarando, sobre todo a los socialistas ,que son los progres de siempre, que supuestamente están en posesión de unas verdades superiores, que son mentiras repetidas.

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